Esta menuda recámara bien encantadora se abre desde su entrada sobre el “bosque de bambú”, el cual adorna su terraza privada.
Las puertas-ventanas de la recámara, donde le acoge una cama doble de 160 cm., dan sobre un balcón donde admirará el jardín, mientras el mar como lienzo de fondo se extiende siempre tan bello.
Al otro lado, separado por tabiques corredizos, la sala de baño tapizada merece ser descubierta.